Radiofrecuencia
La radiofrecuencia permite recuperar la densidad en las zonas deprimidas donde hay flacidez, reposicionando la estructura facial y retexturizando la piel. Además, la luminosidad del cutis se ve desde la primera sesión. Por otro lado, el pulso electromagnético proporciona un efecto anti-age, ya que forma unas corrientes que modifican el potencial de la membrana celular, liberando el factor de crecimiento que regenera los tejidos. También mejora la vascularidad y el flujo sanguíneo, por lo que aumenta la oxigenación y el transporte de los nutrientes, el agua y el oxígeno.
El aparato tiene un cabezal que se desliza sobre la piel (previamente impregnada con glicerina). Éste crea un calor profundo que actúa para redibujar el contorno del rostro, y para remodelar, fortalecer y fundir la grasa. Es totalmente indoloro y muy confortable.